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Los metales son protagonistas de las prácticas comerciales restrictivas de Estados Unidos.

 

 

 

El acero y el aluminio han acaparado las informaciones de televisión al estar envueltos en amenazas de medidas proteccionistas. A pesar de esto, con la información disponible, no vemos claro los efectos concretos que puedan tener en los precios de las materias primas. Según algunos expertos, el precio del mercado mundial del acero no debería verse significativamente influenciado en este momento. Lo que si puede verse alterado es el sistema económico global, que está fundado sobre la base del libre mercado.

 

Los stocks del LME van cayendo pero siguen en niveles altos, por eso, esperamos recargos de aleación estables para los materiales AISI 304 y AISI 316 en mayo, muy similares al nivel de los recargos de aleación vistos en abril. En el campo de los materiales ferríticos, por otro lado, esperamos un aumento significativo, ya que tanto los precios de la chatarra como los precios del ferrocromo han aumentado significativamente. Para los metales AISI 304 y AISI 316, los crecientes precios del ferrocromo y de la chatarra, se compensarán con el costo decreciente del níquel, por tanto no esperamos cambios.

 

El precio del níquel durante el mes de marzo tuvo movimientos irregulares y fluctuaron entre 13 y 14 mil dólares por tonelada. Por otro lado, en las últimas semanas, el precio cayó por debajo de la marca de los 13 mil dólares por primera vez desde mediados de febrero. De esta forma, la tendencia ascendente de diciembre y enero se ha interrumpido. En línea con lo expresado en este blog anteriormente (vea más al respecto en este enlace).

 

Los nuevos precios de ferrocromo no se publicaron hasta fines de la semana pasada y reflejan un aumento significativo de los precios. En consecuencia, el precio subió de 1,18 $ a 1,42 $/lb. y de esta manera alcanzó un nivel ligeramente más alto que en el cuarto trimestre de 2017 (1,38$). Los efectos en mayo se pueden sentir especialmente en los materiales ferríticos.

 

Los precios de chatarra aumentaron significativamente. Una posible explicación es el acopio de chatarra que hace Estados Unidos ante una hipotética expansión de la producción de acero estadounidense por las medidas antimonopolio.

 

 

 

 

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