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Conozca más sobre esta tecnología de fabricación.

 

 

Hagamos un salto al año 2040: En nuestra calles los coches eléctricos circulan casi sin ruido. Un ordenador a bordo dirige el coche y los pasajeros aprovechan el tiempo. Al llegar a nuestro destino, el vehículo mismo se dirige a una estación de carga o recoge a otro cliente.

 

Los visionarios anticipan un cambio en el comportamiento del consumidor, donde el concepto de solución a la movilidad será más importante que ser el propietario de un coche. Es un cambio de modelo, la transformación de un producto a un servicio. Veremos si llega tan lejos esta idea.

 

En cualquier caso, ya hoy en día, muchos fabricantes de automóviles están inmersos en el desarrollo de múltiples sensores, cada vez más precisos, cada vez más interconectados en tiempo real, cada vez más complejos, con el fin de garantizar la conducción autónoma segura. 

 

 

Observe esta imagen: Actualmente la conducción autónoma esta en el nivel 3 de desarrollo. 

 

 

En otras palabras, sigue siendo necesario cierto tipo de intervención manual y control visual sobre el vehículo y este, funciona de forma automática tan sólo bajo ciertas circunstancias.

 

 

Pero ahora, observe esta otra imagen:

 

 

Audi propone que hasta 20 sensores serían necesarios para una teórica conducción autónoma segura, lo que supone un reto mayúsculo.

Esto obliga a considerar nuevos conceptos y procesos de producción y adaptarlos a las nuevas exigencias de fabricación. Esto aplica no sólo a fabricantes de automóviles sino también de los proveedores de la industria del automóvil. 

 

En los vehículos se utilizan cada vez componentes más complejos, como baterías potentes, motores eléctricos o mayor capacidad de computación. Por lo tanto, el número de sensores por vehículo aumentará exponencialmente. 

 

La tecnología activa del sensor, la electrónica, requiere un "housing" (alojamiento) que garantice el funcionamiento el sensor. 

 

Precisamente la embutición profunda de metales es una tecnología consolidada y optima para este desarrollo de piezas complejas. 

 

Algunas de los requerimientos técnicos que los fabricantes de sensores necesitan evaluar para los housings:

 

Una mayor investigación para reducir el magnetismo residual y que no altere la función del sensor propiamente o de la electrónica que va envuelta.

 

Empleo de acabados superficiales como la nitruración por plasma o la tecnología SWEP para conseguir durezas hasta ≤1600 Mpa

 

Empleo de metales como el titanio en la embutición profunda, con acabados como decapado, electro pulido o anodizado.

 

Empleo de metales de níquel como el Inconel© 625.

Embutición profunda con cero defectos para garantizar la seguridad, el rendimiento y la vida útil.

 

Identificación completa de los productos, componentes y lotes. 

 

¿Es usted un fabricante de sensores? ¿Necesita un housing metálico para completar su tecnología? 

 

En Conecband podemos ayudarle en el desarrollo de estas piezas complejas.

Le ayudamos en la fabricación del housing así como su ensamblaje completo sobre piezas de plástico. Contacte con nosotros para más información.

 

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