Avances en serio en la impresión 3D

La empresa emergente Desktop Metal presenta prototipos rápidos que pueden imprimir piezas metálicas complejas.
 
Mire esta foto:
 
Es un colector hidráulico, demasiado complejo para ser hecho con medios convencionales. Una impresora 3D de Desktop Metal ha realizado esta pieza a partir de una aleación de acero. Después se somete la pieza a un recocido final a 1400ºC.
 
Esta empresa emergente fundada en 2015 se ha propuesto traer al mercado maquinas de prototipado 100 veces más rápidas que las actuales. Y pisan fuerte. Han conseguido casi 90 millones de euros de inversión con socios entre los que se encuentran General Electric, BMW y Alphabet (Google).
 
Si bien, las impresoras aún no están en fase comercial, es patente que muestra un progreso notable. 
 
Ya sabemos que hoy día ya es posible imprimir metales con manufactura aditiva. Generalmente son máquinas caras que emplean láseres de alta potencia que van deshaciendo el polvo metálico sobre una cama del mismo material. Esta tecnología se le conoce como Powder Bed Fusion (PBF).
General Electric ya fabrica inyectores de combustible en algunos turbinas a reacción que son más resistentes y ligeros.
Sin embargo, no todo el mundo dispone de un gran presupuesto para invertir en maquinaria tan especializada y que requiere empleados con calificación. 
 
La diferencia del producto de Desktop Metal radica en que apunta directamente al sector del mecanizado y al de la microfusión.
Y el reto que tiene es mayúsculo, no solo por los costes de producción relativamente bajos de otros sistemas actuales, sino por la dificultad intrínseca de trabajar, por ejemplo, aceros a 1300ºC o titanio a 1600ºC y obtener las propiedades mecánicas deseadas.
 
Otro ejemplo de pieza realizada en una impresora Desktop Metal.
 
El funcionamiento interno de las impresoras Desktop metal es mediante el empleo de un fino polvo metálico mezclado con un aglomerante polimérico. El aglomerante sujeta la estructura metálica para producir las formas deseadas. Pueden llegar a realizar hasta 1500 capas de 50 micras de espesor en cuestión de segundos.
Sin embargo, la pieza resultante carece de fuerza, al estar mezclada con el aglomerante, de forma que se tiene que recocer posteriormente hasta casi un estado metalúrgico, para que desaparezca el polímero, en un proceso de sinterizado.
Pueden conseguirse tolerancias restringidas y estructuras complejas.
El coste estimado de venta de una de estas impresoras, junto con el horno de sinterizado se estima en unos 100.000€.
 
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¿Sabía que Conecband suministra camas de titanio para impresoras 3D en España?
  
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