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Tras el rápido crecimiento de la producción mundial de acero en 2014 y su caída posterior, la situación parece haber cambiado. 

 

 

Sin embargo, según informa MEPS, todo hace pensar que el máximo de producción alcanzado en aquel periodo, tardaría casi una década en volverse a repetir.

 

La razón principal de esta tendencia vendría dado por el cambio de estrategia comercial de las acerías chinas. Parece ser que China va a mantener firme su nueva política de reducción de inversión en nuevas factorías y la eliminación de instalaciones obsoletas. Por otro lado, los productores de acero del mundo industrializado, tienen previsto restringir la producción por debajo del pico alcanzado en 2014 y que se mantendría durante los siguientes cinco años.

 

De hecho, la producción de acero hasta 2020 se espera que sea significativamente menor que la producción obtenida en los mejores momentos de 2013 y 2014.

 

A pesar de un mínimo crecimiento en la producción de acero que se produzca en China, entre 2016 y 2020, la producción total en el continente asiático se espera que no vaya más allá de un 2,5 % de aumento, debido sobretodo a una mayor competencia de productores de la India y el sureste asiático.

 

Para los países desarrollados en cambio, se intuye un modesto crecimiento en el mercado del acero para los próximos 5 años.

 

 

 

 

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