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Hay que reconocer que todavía la inversión y los ciclos de fabricación sufren en todo el mundo por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que muestra ya sus primeros signos de distensión con la firma de la fase 1 del acuerdo comercial.

 

La pugna de Estados Unidos con Irán ha puesto a los mercados financieros en modo alerta temiendo un aumento en los precios del petróleo. Algo que parece ser cíclico como muestra esta gráfica:

Donde la coordenada azul, que es el patrón que siguió el precio del petróleo desde 1982 a 1992, es seguido de forma fiel desde el año 2012 hasta hoy. Cada recesión mundial de los últimos 50 años ha sido precedida por una duplicación del precio del petróleo. Esto significaría que los precios del petróleo tendrían que subir por encima de los 110 dólares. Aunque es poco probable, sí sería posible si hubiera una interrupción del transporte marítimo en el Golfo Pérsico. La realidad es que el mercado espera una gran subida en algún momento próximo causada por alguna tensión en Oriente Próximo.

 

Las ventas de automóviles han caído en todo el mundo el año pasado, golpeando en especial a la economía alemana, que es, con mucho, el mayor exportador de automóviles (y de la maquinaria para fabricarlos). La producción en Alemania está ahora incluso por debajo de la recesión de 2009, y este declive de la industria se aleja de ser un problema cíclico. Más bien es debido a preocupaciones medioambientales, que provocan cambios y transiciones tecnológicas significativas. El desarrollo del automóvil eléctrico ha sido uno de los mayores dolores de cabeza en 2019 con la espectacular subida de la cotización del níquel… que sin embargo parece haberse desvanecido. La cotización ha pasado de 18850$ por tonelada en septiembre a los actuales 14500$. También las existencias de este metal, se han duplicado en tan sólo un mes, estando actualmente en 120.000 Toneladas. Esto se muestra en esta gráfica no apta para cardíacos.

¿que ha sucedido aquí? Pues se nota el alto componente especulativo del mercado. En apariencia, ha vuelto al mercado todo el material que se desvió a almacenes privados con fines especulativos. (Lea más al respecto aquí) Pero ¿esto seguirá así?. Pues bien, los analistas afirman que aunque este año, el precio del níquel (y por tanto del acero inoxidable) puede ser menos volátil, los factores que inflaron los precios en 2019 siguen estando bien presentes. De forma que hay que seguir cautelosos.

 

Otro punto a tener presente que puede alterar los precios de los aceros inoxidables durante 2020 y que no se pueden obviar son los factores cíclicos. Podemos verlo en esta gráfica. Se observa que podría haber una caída significativa del precio de los metales en los próximos meses vista (no sólo del acero inoxidable). El índice GSCI Industrial Metals sigue los cinco principales metales industriales.

 

El mercado actualmente sigue fielmente el patrón desde 1998 (coordenada azul) de forma que habría una contracción de precios esperable en unos pocos meses vista. ¿Será realmente así? Los sabremos pronto.