La OMC permite aranceles que afectan directamente a Airbus

El pasado 2 de octubre, la Organización Mundial del Comercio autorizó la aplicación de aranceles por valor de 7500 millones de dólares a productos de la UE.

Airbus

Técnicamente responde a unas posibles pérdidas que pudo haber sufrido la compañía Boeing debido a las ayudas, ahora declaradas ilegales, que otorgó la Unión Europea a Airbus. Estos aranceles están dentro del contexto de una larga disputa que existe entre Estados Unidos y la Unión Europea por sendos subsidios a Boeing y Airbus.

Aunque se esperaba esa decisión por parte de la Organización Mundial del Comercio, tiene ciertamente un impacto negativo para Airbus. En el año 2018, cerca de un 17% del total de las ventas del grupo Airbus vinieron de Norteamérica y aproximadamente el 10% de su cartera de pedidos son de compañías estadounidenses. 

No obstante, Airbus tendría suficiente margen de maniobra para absorber estos aranceles.

Además de los aranceles, se incluyen infracciones y multas por supuestas inexactitudes en la presentación de documentos, abonado con acusaciones de fraude y que deja una cadena de suministros aeronáutica un poco tocada. 

La USTR, Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos anunció que los Estados Unidos aplicarán los aranceles acordados por la OMC a ciertos productos de la Unión Europea a partir del 18 de octubre. 

La USTR declaró que las tarifas se aplicarán a un rango de importaciones que afectará a los estados miembros de la Unión Europea entre ellos España. 

Aunque la USTR tiene autoridad de aplicar aranceles hasta del 100%, pero los aumentos arancelarios parece que se limitarán al 10% en grandes aviones civiles, fabricados nuevos que sean importados de la Unión Europea. 

Estados Unidos tiene la autoridad para aumentar los aranceles en cualquier momento o cambiar la lista de productos afectados.

A la Unión Europea no se le permite tomar represalias directas contra estas medidas autorizadas por la OMC, aunque sería probable que la OMC anuncie sanciones que la Unión Europea podría imponer a los productos estadounidenses a principios de 2020 como contramedida. La lista de aranceles propuestos por la Unión Europea sería similar a los anunciadas por los Estados Unidos, con la vista puesta, como no, en nuevos aviones comerciales.

Siempre es preferible que Airbus continúe favoreciendo una solución negociada a la disputa sin que sea necesaria una imposición de aranceles, que equivale a una subida de impuestos al cliente final.

De hecho, estas escaramuzas arancelarias serían negativas para la industria aeronáutica en su conjunto porque afecta a la cadena de suministro global, con fuerte presencia en España.

En realidad, el mayor riesgo para Airbus (además de la escalada de las tensiones comerciales propiamente) es que que deba absorber el aumento de aranceles para obtener pedidos futuros y que este sobrecoste se reparta a cuenta de su cadena de suministro.

No se espera que los aranceles de la OMC afecten significativamente al nivel de futuros pedidos que Airbus pueda recibir, o a pedidos que Airbus tiene actualmente en su cartera de pedidos. 

Esto se debe principalmente al duopolio existente en la industria aeronáutica comercial, siendo Airbus y Boeing los dos líderes del mercado.

La posibilidad de que las aerolíneas estadounidenses cambien los pedidos ya realizados con Airbus, u otros cambios en el futuro a un tipo de avión diferente, es altamente improbable. 

Existen fuertes sinergias operativas y financieras para que las aerolíneas mantengan los modelos de aviones en su flota: desde la capacitación y licencia de pilotos, hasta el mantenimiento, inventarios de repuestos y capacidades de asientos etc.

Además, hay reservas de muchos de los programas de Boeing y Airbus, especialmente para los aviones de fuselaje estrecho, con entregas previstas durante los próximos años. El 737 MAX de Boeing por ejemplo, aún no se ha vuelto a incorporar al servicio activo, por lo que las aerolíneas que desean cambiar sus pedidos a Airbus, no les es posible recibir nuevos aviones de reemplazo cuando sería deseable. Sería el caso de aquellas aerolíneas con una flota mixta de aviones Boeing y Airbus como Delta. 

El efecto de estos futuros aranceles también puede ser mitigado parcialmente por los centros de producción que Airbus tiene en Estados Unidos, aunque básicamente se diseñaron para atender la demanda local. 

Airbus dispone de 2 líneas de ensamblado final en Mobile, Alabama donde se producen los A320 y los A220. La producción mensual de estas instalaciones se acercará a 10 aviones para 2024, incluyendo los A220 y A320, por encima de la cadencia de producción actual de cuatro a cinco aviones de la familia A320. Los niveles de producción proyectados en Mobile serán relativamente modestos en el contexto del nivel de producción de Airbus de aproximadamente 75 aviones en 2019.

Los aviones civiles objeto de estas tarifas arancelarias, hacen referencia a aviones nuevos y otras aeronaves de un peso en vacío superior a 30.000 kilos, lo que afectará a todas los aviones comerciales grandes en la cartera de Airbus, incluidas las familias A350, A330, A320 y Serie C, que han ganado una mayor importancia entre las aerolíneas estadounidenses, incluidas Delta y JetBlue.

Otros fabricantes de motores y componentes del sector aeroespacial podrían verse damnificados, incluidos Rolls-Royce, Safran y un gran número de pequeños proveedores.

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Via Moody’s. Acceda al informe completo (paywall)
Foto CC M McBey. Airbus A380 aterrizando en Barcelona.
 
 
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