Comac 919 el ambicioso proyecto aeronautico lejos de ser competitivo

China puede necesitar décadas para rivalizar de verdad con Boeing o Airbus.
 
Comac
 
Es la gran ambición que persigue este país desde hace 40 años, construir su propio avión de aerolínea comercial. Pero la carencia de tecnología clave significa que China está cerca, pero a la vez lejos de su objetivo final: el desarrollar un avión completo de pasajeros de fuselaje estrecho con el suficiente aval internacional para competir con Boeing o Airbus.
 
China tenía esperanzas de poder empezar a desarrollar una tecnología propia en la década de 1980, cuando la empresa aeroespacial estadounidense McDonnell Douglas acordó trabajar con Shanghai Aviation Industrial para producir 40 aviones bimotores, principalmente aviones MD82, en un acuerdo que entonces estaba cifrado 1.000 millones de dólares.
 
Bajo los términos de aquel acuerdo, McDonnell Douglas construiría los aviones en California, los prepararía para su embarque y luego los enviaría en forma de kits a Shanghai para su posterior reensamblaje. Con el tiempo, algunos componentes menores se fabricaron en China como los estabilizadores del avión, pero en 1997, cuando McDonnell Douglas se fusionó con Boeing, se deshizo aquel trato.
 
Sin embargo, aquel acuerdo dejó una modesta industria y una estrategia que China seguiría años más tarde para alcanzar muchos de sus objetivos industriales: depender de transferencias de tecnología extranjeras en vez de desarrollar sus propios componentes y sistemas básicos partiendo desde cero.
 
Ciertamente, esa estrategia ha permitido que la economía de China se expanda más rápida y fácilmente de lo que lo haría de otro modo, pero también ha hecho que la industria del país dependa totalmente de la tecnología punta extranjera.
 
Objetivo "Made in China 2025".
Pekín pretende remediar esa vulnerabilidad con su plan "Made in China 2025", una campaña nacional para que las industrias de 10 sectores clave -desde el aeroespacial hasta la robótica- asciendan unos grados en la cadena de valor. El país tendrá que esforzarse mucho para que este objetivo se cumpla en la aviación comercial.
 
China puede presumir de disponer ya de la producción de un avión de pasajeros comercial: el avión de pasajeros bimotor Comac C919 (luego renombrado como Craic C919), fabricado por la empresa estatal Commercial Aircraft Corporation of China (Comac), que realizó su primer vuelo en mayo del año pasado.
 
Comac
 
Muchos de los componentes clave de la aeronave fueron producidos por empresas conjuntas con sede en China y se ha filtrado a los medios que la mitad de los componentes utilizados eran de producción nacional. Pero, diseñar un avión no se trata sólo de fabricar la aeronave en sí, sino de establecer un ecosistema de respaldo en el que la aeronave pueda estar en servicio los 365 días del año, las 24 horas del día volando de forma segura sin incidencias y bajo parámetros de altísima calidad. Esto vuelve a dejar gran parte de las tecnologías clave del Comac C919 en manos de socios extranjeros. En la foto vemos el ACM (pack de aire acondicionado) de este avión que es fabricado por Liebherr Aerospace.
 
A mitad de precio que un Boeing 737 o un Airbus 320
El avión tiene un precio de catálogo de 50 millones de dólares -menos de la mitad del de un Boeing 737 o Airbus 320- pero se espera que pasen bastantes años antes de que pueda competir con los aviones fabricados en Occidente y también pasarán mucho años para que sea comercialmente rentable.
 
El Comac C919 también necesitará esperar varios años más para recibir la aprobación de reguladores extranjeros como la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos y la Agencia Europea de Seguridad Aérea donde encontrarán fuertes exigencias para la homologación.
 
Los insiders del proyecto Comac afirman que la innovación se ha visto truncada por una falta de conocimiento del mercado y una resistencia de los funcionarios a los cambios. Algunos analistas afirman que la puesta en escena de Comac desde cero a largo plazo, perseguiría un enfoque estratégico más bien que eficiente. Incluso si Comac presenta un producto exitoso, China se enfrenta al reto de proporcionar los servicios necesarios para el mantenimiento de la aeronave, un negocio esencial que devuelve aún mayores márgenes y que está por construir.
 
El proyecto Comac C919, además, debe luchar con la cultura y la mala imagen de empresa pública China. Con el soporte financiero del gobierno se construyen réplicas de modelos de negocio que luego se desechan por insostenibles o gigantes, repitiéndose el proceso de nuevo, lo que añade un punto de incertidumbre a este proyecto ante nuevos clientes potenciales.
 
No se vaya todavía: Si trabaja en algún proyecto que emplee titanio, inconel o aceros inoxidables con grado aeronáutico, podemos ayudarle. Contacte con nosotros (aquí) para recibir atención profesional. Vea las posibilidades de suministro (aquí) O suscríbase a nuestro newsletter en este enlace y reciba nuestros análisis de mercado.
Via SCMP, foto Wikimedia
  Volver
Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer una mejor experiencia y servicio. Si continua navegando consideramos que acepta su uso.