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El mercado global de acero se encuentra actualmente en un momento dulce. Lejos queda el inicio de 2016, con precios a la baja, exceso de oferta, reclamaciones y medidas antidumping por todos lados. 

 

 

La industria en general, parece haber adoptado una posición menos enfrentada. Después de los numerosos casos antidumping contra China y otras naciones exportadoras, el flujo de acero en el mercado se ha reducido y los precios han adquirido robustez.

 

Sin embargo, parece probable que, especialmente en productos planos, se estuviera llegando a lo alto del pico dentro de este ciclo. Demanda y oferta se encontraría en un próximo punto de equilibrio, sin que se esperen bruscas caídas de precio.

 

En China, parece que los recortes de producción por motivos medioambientales están provocando al fin, la aplicación de medidas estrictas y cierre de complejos siderúrgicos desfasados. En otros casos, se está imponiendo la compra de nuevos sistemas de producción menos contaminantes y más modernos.

 

Toda esta situación es más que bien recibida por la población local y aplaudida por todos los actores del acero a lo largo del mundo. Una reducción de la capacidad de producción de acero China acercándola proporcionada a su consumo interno llevaría a todo el sector a una normalización de precios firme.

 

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