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Como China logra esquivar los aranceles

Pekín está logrando evitar medidas arancelarias al acero de forma legal.

En el año 2016, la ruinosa acería Zelezara Smederevo era un pozo sin fondo. Lo que fue una empresa pública había sufrido un doloroso proceso de bancarrota y privatización. En todo ese tiempo pasó por diferentes manos, incluido el gigante siderúrgico US Steel. Sin embargo, en 2016 afortunadamente encontró un nuevo comprador. La empresa estatal Hebei Iron and Steel Group puso 46 millones de Euros encima de la mesa. Hoy en día la planta se llama Hesteel Serbia.

La deteriorada planta nunca fue derribada, sino que aumentó su producción a niveles récord. Hesteel recibió préstamos y financiación sin límite de bancos estatales chinos y de gestores de fondos soberanos del lejano oriente. Y se produjo el milagro. La planta de Smederevo ya podía exportar acero a los Estados Unidos burlando todo tipo de aranceles punitivos sobre China.

Este procedimiento no es la excepción y empieza a verse en distintas regiones del mundo. La mayoría de los países han impuesto aranceles antidumping a las exportaciones de acero de China. Así que China ha recurrido a esta estrategia para mantener su dominio en el mercado mundial.

De un tiempo a esta parte, China ha estado comprando siderúrgicas en el extranjero y continuamente expande su capacidad de fabricación. Las nuevas medidas arancelarias del gobierno de Estados Unidos (que ahora también se aplican a la UE, Canadá y México) difícilmente detendrá a Pekín. Porque esta ofensiva no se ve desde una lógica económica, sino que consiste en una puja por ganar la carrera mundial contra EE.UU.

No importa que hayan pérdidas

El mercado mundial del acero es uno de los frentes de batalla. De acuerdo con la World Steel Association, China triplicó su cuota de mercado mundial al pasar del 15 al 50%. En el mismo período de tiempo, la industria siderúrgica Norteamericana se redujo del 16% al 7% y Europa pasó del 25 al 12% de cuota de mercado mundial.

China ha estado produciendo mucho más acero de lo que consume durante años y ha colocado el excedente de producción bajando precios, en definitiva, haciendo dumping comercial. Las pérdidas económicas no importan a Beijing. Se trata de liderazgo y el acero es sólo un pilar en el ascenso de su país al poder económico global.

Los gobiernos de Europa, Estados Unidos y muchos otros países ya hace tiempo que han puesto el grito en el cielo. De hecho, China acumula cerca de un centenar de medidas antidumping sobre los más diversos tipos de productos de acero.

Reducción de cuota a medias

Es bien cierto que Pekín acordó frenar su producción doméstica de acero para 2020 (lea la noticia)

Pero la está reduciendo a costa de aumentarlas en terceros países que carecen de medidas proteccionistas. Además el gobierno chino ha establecido un programa que facilita a las empresas locales abrir o comprar fábricas en el extranjero con el respaldo de los bancos estatales de China. Los fabricantes reciben un apoyo financiero ilimitado que puede venir del Banco de Desarrollo de China, el Banco de China o el fondo soberano chino CIC. Esto sobrepasa cualquier lógica mercantil de oferta y demanda llevándolo al terreno de los subsidios estatales.

Según el WSJ, China tiene en activo plantas en Malasia, Indonesia y, la antes citada, Serbia. Además están construyendo acerías en la India. Todas estas totalizan una producción estimada en 20 millones de toneladas. Quiere decir que la producción de acero chino en el extranjero pronto representará la mitad de la producción de acero de los EE.UU.

En Brasil, el consorcio chino CBSteel quiere invertir ocho mil millones de dólares en la desaprovechada industria siderúrgica local buscando ventajas fiscales.

Paradójicamente fue en Brasil donde ThyssenKrupp sufrió el mayor fracaso en la historia de la compañía. Fue cuando construyó una mega acería que acabó con miles de millones de pérdidas. Resulta que, a diferencia de las empresas estatales chinas, la siderúrgica alemana se rige con criterios de rentabilidad económica y debe responder si por algún motivo no obtiene rendimientos.

Los gigantes de acero Chinos se atreven con todo. Ya están ganando terreno en el Rust Belt de los EE.UU. En noviembre de 2017 la empresa estatal China Tsingshan revivió una planta de ATI Allegheny que atravesaba grandes dificultades financieras (vea la noticia).

En lugar de producir acero en los EE.UU., La empresa ahora importa planchas semiacabadas de la planta de Tsingshan en Indonesia y las completa en su nueva planta de Pittsburgh. Tsingshan ha solicitado una exención de las nuevas medidas anticompetencia de la sección 232 que presentó la administración Trump (lea más sobre la sección 232)

Tsinghan también explora nuevas posibilidades de inversión en Africa (concretamente en Zimbabwe) a través de su filial Afrochine.

En Europa, también observamos la misma estrategia con la planta de Smederovo. Mediante una capa de barniz legal, China puede exportar desde Serbia libre de impuestos a todos los países de la Unión Europea.

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Foto: Worldsteel CC . Via NTV.